De reseñas y corazones

Siempre me he preguntado quién se encarga de escribir las reseñas de los libros...

En Navidad me regalaron uno en cuyo fajín rezaba: "Seguirá riendo mucho después de haber cerrado el libro". Así que, ni corta ni perezosa, me puse a leerlo esperando carcajadas a tutiplén provocadas por situaciones cómicas, humor inteligente... Y lo que me encontré fue, a grosso modo, con la historia de un huérfano que se va a vivir con una estrafalaria tía que va pasando de historia de amor en historia de amor, fracasando siempre, y condicionando su forma de ser, sus gustos y hasta su forma de vestir a cada hombre que pasa por su vida. A mí eso me suena más bien a soledad crónica acompañada de cierto patetismo, así que de risas, pocas, aunque, también puede ser que yo haga un análisis demasiado profundo...

Semejante impresión me llevé con "La mecánica del corazón", ¿por qué te lo venden como si fuera un cuento de hadas? Es una historia tan especial, con un imaginario tan lleno de fuerza que no necesita esconder que, en ocasiones, lo que evoca le daría grimilla hasta al mismísimo Tim Burton ( hay que reconocerlo...) Y qué decir ya de los libros que se convierten en películas, ¿acaso os parece, por ejemplo, que las películas de Harry Potter son para niños pequeños? o ¿ a quién se le ocurrió la idea de clasificar Los mundos de Coraline como película para todos los públicos? ¿Acaso no sabían que está basada en una novela gráfica de las que dan miedito? Pero si todavía tengo pesadillas con los botones cosidos a los ojos...

En definitiva, o los que se encargan de escribir las reseñas no se leen bien los libros o, como decía antes, puede ser también que yo haga un juicio demasiado profundo...

Y volviendo al corazón y a sus mecánicas, teniendo en cuenta que esta ha sido la semana del "love is in the air", os dejo varios corazoncitos , alguno de ellos ya colocado en la pechera de su dueña.
Un besote en el cogote.